Tema de la Lectura: Dios mora entre Su pueblo, pero sólo se puede llegar a Él por medio de un sumo sacerdote designado que ofrece un sacrificio aceptable por el pecado.
Texto: “Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios” (Heb. 10:11–12).